Cultura

Museo del Hospital Santo Toribio de Mogrovejo

Cerebroteca.

Con aproximadamente 3,000 cerebros autopsiados, que conlleva una riqueza científica cumulada en más de 50 años, cuentan los ambientes del Museo de Neuropatología del Instituto de Ciencias Neurológicas “J.O. Trelles” de Lima, llamado también Museo de Cerebros. Actualmente está a cargo de la Directora de Capacitación y Neuropatóloga, doctora Adriana Ciudad de Andrade y su colaboradora   la doctora Diana Rivas.

El Museo de Cerebros inició sus actividades en 1947 , año en que se realiza la primera autopsia con el propósito de seleccionar y guardar las piezas encefálicas más importantes para el estudio de las enfermedades neurológicas, que permitan una visión panorámica sobre la neuropatología. Sin embargo, se inaugura oficialmente el 29 de agosto de 1997 con motivo del aniversario de su  fundación.

Actualmente el museo se encuentra ubicado en la parte posterior del Instituto  de Ciencias Neurológicas colindando con las riberas del río Rímac, que hacen un poco difícil su acceso  y contribuyen al deterioro silencioso de sus instalaciones por la erosión del clima.

Al margen de estas contrariedades, la doctora Ciudad sostiene que el museo es considerado como el único en su género en América Latina por su originalidad y singularidad, que solo es comparable con galerías de Europa como en París (Francia). Igualmente, se  encuentra inscrito en la Red Internacional de Museos Interamericanos.

PROCESO DE CONSERVACIÓN

El proceso, refiere la neuróloga , se inicia con la selección del cadáver a ser autopsiado, paciente que debe haber fallecido dentro del Instituto y, además, tener la autorización expresa de los familiares para su preservación..Luego se procede a extraer la masa encefálica, la cual después de ser  sometida a una limpieza profunda se le efectúa una disección con ayuda del cerebrótomo (cuchillo especial)   para seccionar pedazos de sesos.

Cada porción de cerebro se coloca dentro de un recipiente de plástico transparente, previamente esterilizado para su exhibición  y sumergido en formol al 10% para su conservación. Estos frascos son etiquetados con el nombre y la descripción de la enfermedad neurológica respectiva. Entre las más vistas están los aneurismas, tumores, parasitosis, cisticercosis, sida, tuberculosis, quistes, hidrocefalia y otras.

El nuevo cerebro recién extirpado es cambiado de formol cada dos días, mientras que los antiguos encéfalos se les renueva  una vez al año. Asimismo, los frascos que contienen las muestras son alternados en grupos de 300 periódicamente para que los visitantes puedan apreciar las diversas enfermedades neurológicas que existen.

“Lo más importante   y gratificante de este trabajo es lo que significa para el aprendizaje de los estudiantes universitarios de medicina o de otras especialidades  alternas, a quienes les servirá en el ejercicio de su profesión y la visita para cualquier interesado es sin costo alguno, previa solicitud”, afirmó la especialista.

Asimismo apuntó, “ en nuestro museo tenemos muchos cerebros de animales, que se estudian según la importancia que tengan para la neurología, como el cerebro del chancho, catalogado como receptor de cisticercosis. Se exhiben también cerebros de perro, gallina, mono y otros.

INSTALACIONES

El Museo de Cerebros está compuesto por la Sala de Exhibición donde se presentan, en número de 300, los frascos conteniendo las piezas de sesos en anaqueles; la cerebroteca, lugar en el que se almacena todas las piezas extraídas durante las autopsias, ambiente en el cual se realiza la extirpación del cerebro.

En la sala de autopsia, comentó la especialista, existe un serio problema que amenaza el normal funcionamiento del museo; motivo por el cual  es de urgente necesidad cambiar la mesa de disecciones de construcción de granito poroso, el cual acumula heces, sangre y restos de tejidos por una mesa de acero quirúrgico.

PROYECTOS

Con respecto a los planes a mediano plazo para que el museo sea conocido en el ámbito nacional y mundial, es lanzar la página web para que cualquier persona pueda acceder a la información desde su lugar de origen. Asimismo poner a la venta un CD con todo lo referente al museo, acompañado de láminas y fotografías.

AYER HOSPICIO, HOY INSTITUTO

Entre leyenda y tradición, se escribió la historia de4 la fundación de lo que hoy es el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, denominado en sus inicios “Refugio de Incurables” por algunos y por otros “Refugio de los Incurables de la Calle Maravillas” debido a su ubicación. Sin embargo, otras personas lo llamaban “Refugio de Cristo Pobre” por la devoción a la mencionada imagen pero que finalmente sus fundadores Fray José de Figueroa, el Presbítero Antonio Dávila y el Gobernador de la Orden de Calatrava Domingo de Cueto lo designaron como “ Hospital de Refugio de Incurables”.

Extraído de la revista Universidad, Siglo XXI. Abril-Mayo 2002. Año V. Edición N°04. Lima, Perú.

 

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